Yo tenía dos años, mi hermana tendría 7. Parecía un temblor “normal”, así que mi papá como todas las mañanas, nos llevó a la escuela. Cuando mi mamá llegó a la oficina, se dio cuenta del caos que vivía la ciudad y decidió pasar por nosotras y regresar a la casa. ‘Nunca me había dado tanto miedo un temblor desde ese entonces’, me dijo hoy en la tarde, un día antes del simulacro nacional que se hace para recordar esa gran tragedia.
Mi papá estaba de vacaciones afortunadamente y salió a las calles a tomar fotos. Era su segundo temblor fuerte…Aunque dice recordar vagamente el temblor de 1957.
Todos los años en la oficina, nos piden que seamos voluntarios para el simulacro y creo que es una gran idea, porque nos recuerda lo que pasaron otras personas y hacemos conciencia (o por lo menos lo intentamos) a que no todo lo demos por sentado. El hecho de que ya haya habido un gran terremoto, no quiere decir que no pueda ocurrir otro.
A mi me tocó el año pasado ser voluntaria y puedo decir con toda seguridad, que no estoy hecha para reaccionar rápido ante una urgencia.
Con los terremotos que vimos en Ecuador e Italia recientemente, sabemos que nadie esta excento a nada y es importante que aunque no lo recordemos o no lo hayamos vivido ese día, lo veamos como una tragedia a la que le debemos tener respeto.
Así que si escuchan el simulacro, SALGAN. Estamos entrenándonos de alguna manera por si sucede de nuevo y los voluntarios lo hacen con mucho respeto y compromiso. No tenemos por qué decir ‘Qué flojera!’, ‘Ay, es el simulacro. Salgo cuando realmente este temblando’ porque de eso no se trata.
Siento que hay gente que “sufre” más la tragedia de las Torres Gemelas que el simulacro y no me gustaría pensar mal, pero creo que cuando las cosas pasan en México, lo olvidamos mucho más rápido.
Tal vez se sienta más empatía por NY porque “Nos tocó” verlo en vivo. Pero aún así no me puedo imaginar todas las familias que perdieron su casa y perdieron familiares aquí. Todos tenemos una historia, nada más que no la sabemos. Les recomiendo que le pregunten a sus papás, a sus abuelos, ¿Dónde estaban cuando el terremoto del ’85?.
Si queremos ser más nacionalistas y mejores mexicanos, empecemos por respetarnos y crear conciencia a nuestro alrededor, eventualmente nos iremos expandiendo.
Empecemos por respetar a los ancianos, respetar nuestras costumbres, nuestros momentos, porque aunque el terremoto no lo hayamos vivido y el 2 de octubre no se olvida, tenemos que mantenerlo vivo, para que el día de mañana seamos más sensibles hacia nuestra patria y estemos listos para cuando nos necesite.
Me llena de tristeza cuando la gente se burla del 2 de octubre, o todos los memes de los 43. ¿Es en serio? ¿No podemos mejor quedamos callados y dejar que los demás protesten como se les venga en gana?. Si bien Napoleón decía “Separa y vencerás”, el mexicano es experto en separarse entre sí y al final, terminamos unos contra otros tratando de defender una idea que no nos permite avanzar como sociedad y es ese nuestro punto más débil.
Formemos parte del simulacro, debemos estar agradecidos que estamos vivos por un año más.
Gracias a mi papá por las fotos, todas las tomó él.
Dian