Siento que somos de la afición más exigente que hay en el mundo. Cuando México gana, ahí estamos, siempre creímos en ella. Cuando pierde, "pinche selección".
Cuando hablamos de nuestros equipos locales, somos un poco más tolerantes ¿No creen? Por ejemplo, yo le voy a los Pumas, pierdan o ganen, ahí estoy, apoyando. Podemos quejarnos, podemos llorar, pero nos renovamos en una nueva temporada, con la misma ilusión, con un recuerdo de un bicampeonato.
En la selección, somos como papás culeros o maestros culeros que cuando llegabas con una mala calificación te decían "Ya sabía, obvio. Eso te pasa por no estudiar". La desilusión que sentías de defraudar a tus papás. Ahora imaginen a todos los mexicanos que desilusionas cuando pierde tu equipo en un mundial.
Aquí dejamos de ser Puma, Americanista...Aquí nos unimos todos, es una oportunidad cada 4 años y si perdemos es una tristeza para todos.
Venimos de un repechaje, un partido con Nueva Zelanda, que literal pasamos "de panzazo", la gente ya estaba consiente de que era probable de que la selección no llegaría al mundial. Es más, escuché varios comentarios de que la selección NO merecía ir al mundial.
Sin hablar de los problemas internos-póliticos-sociales que tenemos en nuestro hermoso país, la llegada del Tri al mundial, nos hace pensar que no todo es tan malo, que hay cosas buenas y a pesar de que no estemos unidos en clases sociales o no logremos ponernos de acuerdo en algún partido político, en un partido de la selección donde todos nos unimos, quitandonos los sombreros, poniendo la mano en el corazón y cantando a una sola voz el himno nacional.
Dicen que el fútbol es como la religión, yo no practico ninguna pero entiendo el concepto. Aunque si lo vemos del lado malo si, es un negocio. Prefiero pensar en el niño de 10 años que recibió su primer balón de cumpleaños o de Navidad, que juega con sus mejores amigos en la calle con unas porterías hechas con piedras o sudaderas ¿Qué? Ese no es un negocio, es el verdadero sentido del fútbol, toda una pasión y es así como deberíamos vivirlo.
Siempre critiqué al fut de no ser justo. Todos los deportes pueden retar a un juez de linea, a un arbitro o una jugada. Todos mis amigos me decían que se perdía tiempo y tienen razón. Entonces podemos decir que el fut es como la vida misma, esta hecha de injusticias, momentos que no regresaran, alegrías, desilusiones y tristezas. Si, tal vez sea eso lo que nos gusta del fútbol.
Debo decir que no puedo hablar sobre el ambiente, la sensación de un mundial, jamás he ido a uno. Pero he ido a partidos en el azteca a ver a la selección y puedo decir que es uno de las experiencias más emotivas que he vivido. No sólo cuando cantamos el himno nacional, o cuando nos roban un gol, o cuando hay un penal y todo el estadio se mantiene en silencio. Tampoco cuando despedimos a la selección con un mariachi y un "Cielito Lindo". Es la sensación de unión, de que por fin todos estamos juntos con un mismo propósito.
Al final creemos en la selección, somos parte de ella, desde que compramos una playera. Confiamos en ellos cuando dejamos de hacer lo que estabamos haciendo y buscamos la primera televisión para ver el partido, aunque sea amistoso. Para nosotros el "Mexicanos al grito de guerra" es eso, somos unos guerreros. Cada vez somos más y más fuertes.
Es cierto que la selección no es culpable de los negocios dudosos y las tranzas que tanto se rumoran en la FIFA y deberíamos realmente enfocarnos en que es nuestra selección y en las buenas y en las malas tenemos que estar con ellos, así como lo hacemos con nuestro equipo local. Piensen en que nadie quiere regresar como un perdedor, nadie quiere aguantar las burlas. Dejemos el "Si se puede" y cambiemoslo por el "Miedo no". La actitud es mucho más fuerte que cualquier cosa, y eso aplica en todo lo que hagamos en la vida.
Yo quiero pensar en eso, estoy harta en el "Si podemos" de comerciales con "Cree en nosotros"...Si creemos, si podemos y debemos. Yo tengo fe y cuando no ganen, llorar y seguir adelante. Todos somos parte de la selección, en las buenas y en las malas.
¡VAMOS MEXICO!
Dian