lunes, 27 de abril de 2015

Monterrey - Pal Norte.

Creo que la última vez que visité Monterrey fue en el 2000 o algo así. Recuerdo que ya tenía más de 18 años porque ya podía pedir una cerveza. También me acuerdo que me enfermé por el calor y tanto aire acondicionado, me la viví tomando pastillas y sonandome la nariz.
¿Por qué regresar entonces? la respuesta fue el festival "Pal Norte".
No es que yo sea una intensa con los temas de los festivales, voy cuando puedo y solo he ido a DF y Guadalajara. Pero siempre que voy me la paso bien. Sobre todo después de haber ido al Vive Latino tenía muy fresco el tema de los festivales, y aunque no fue mi hit éste año, le estaba agarrando cariño.

Odio hacer maleta, a pesar de que bajé una APP para hacerla "como debe ser" (Travel LIST), olvidé que la tenía e hice mi maleta sin pensar en los días que iba a estar. Así que como siempre, llevé de más y tuve que documentarla.
Tengo familia allá, sobre todo un primo que me cae muy bien, así que le pedí que pasara por nosotros (Iba con un amigo) y llevarnos a cenar. Mi vuelo estaba destinado a llegar a las 9, sin embargo ese día llovió y estuvimos 1 hr volando alrededor de Monterrey sin poder aterrizar, una tortura. Sobre todo por mi gran pánico por los aviones y las turbulencias, las odio.
Por fin aterrizó, estaba emocionada por saber qué ofrecía Monterrey después de tanto tiempo y en lo único que podía pensar era en: Tostilocos, festival, cabrito y alitas. Llegamos al Hotel y dejamos nuestras cosas, estabamos cansados y con hambre, así que mi primo nos llevó a la primera parada gastronómica de Monterrey, "El Pirata Chacho". No podría decirles bien donde está pero la calle es Junco De la Vega, están en una esquina (Ahora con Foursquare y Swap, será más fácil), una salsa que levanta muertos y una carne...FOATS! era justo lo que necesitabamos!
Nos fuimos a dormir, el viernes se venía un poco intenso y queríamos descansar, así que nos fuimos directo a la cama.

El viernes estuvo rudo, teníamos que recorrer Monterrey por unos boletos, por unas pulseras, por unos no sé qué... Ir al Museo de Arte Contemporaneo, comer en la famosa cantina "La Capital" y seguir nuestro camino al festival.
Así que nos dirigimos al primer hotel, ahí estaban los organizadores del evento que como buenos organizadores, no tenían la menor idea de lo que estaba pasando con algunos boletos y estuvimos fácil 2 horas esperando. Nos desesperabamos, entraba y salía gente por todos lados y nosotros seguíamos esperando. Decidimos no perder más el tiempo y seguirnos al museo. Teníamos ganas de ir, porque @MarcelloLara me lo recomendó en el segundo que le dije que iría a Monterrey.
La exposición es de Stanley Kubrick, su historia y sus películas. Es una exposición como de 1000 piezas entre: Trajes, guiones, cheques, cartas de los fans, de los no fans, cámaras, el Oscar que ganó por efectos especiales, fotografías...No, no tienen una idea, así que les dejó ésta foto para que se la den  y eso no es nada.
 




No soy una gran conocedora de Kubrick, pero Naranja Mecánica, Ojos bien Cerrados, el Resplandor y Dr. Strangelove se me hacen INCREIBLES! Obvio después de la exposición quiero ver más.
Habrá mucha gente desilusionada porque no estará en México. Se quedará unos días más en Monterrey y se irá a Estados Unidos. Supongo que lo hacen para evitarse el gran tren del mame que se hará en el D.F. no? Después de Yayoi Kusama, creo que aprendimos la lección. 


Saliendo, entramos a una iglesia que estaba enfrente del museo. Siempre que viajo y me topo con una, me gusta entrar. No sé si sea la paz que me da cuando entro o el gusto por la arquitectura y lo mucho que me gusta lo diferentes que son la una de la otra. También me gusta cuando hay misa o está el coro. En Paris me tocaron unas monjas cantando y en Londres una misa. En esta ocasión, si tenía dos naves laterales, como casi todas, pero el ábside no era como todos los demás. Casi todos tienen niveles de estatuas, cuadros y demás, pero en ésta en especial, todo era pintado a mano. Increíble! Del lado derecho había una sala capitular en donde estaba un padre con túnica blanca y detalles morados. Se levantó y lo seguí para ver a donde iba. Llegó a un confesionario donde ya tenía a varios esperando y me impresionó ver como estaba todo abierto. Pensé que tendrían puertas o algo.
En fin, salimos de la iglesia y nos dirigimos a "La Capital" que al parecer es una de las mejores cantinas de Monterrey, tuvimos que esperar mesa con una cerveza de cortesía, nada mal. Mientras se despejaba una, empecé a preguntarles a las Hostess del lugar ¿Cómo era la dinámica de la cava?, ya saben no? Cada buena cantina, tiene una cava en donde sus clientes más distinguidos dejan sus botellas y lo más nice del asunto es cuando en la puerta de tú cava, ponen una placa con tú nombre. Me decían que para tener una tenías que ser un cliente constante y pagar muy buenas cantidades cada visita. Me dijeron que para mantenerla, no debía pasar más de 4 meses sin que fueras, aunque sea a comer algo y tomar una copa de tú guardado, no es que siempre tengas que ir a pagar 10 mil pesos. Lo que sí es que la cava estaba bastante descuidada y en la entrada había un libro muy extraño en árabe. Las Hostess me dijeron que lo había regalado uno de sus clientes. En la esquina de la entrada, había una fuente espantosa que tenía en la punta un gallo de cerámica y el agua salía de un tubo de plástico, weird. 
Esas tradiciones muy de hombres, muy de cantinas, me encantan. Así que sí quieren saber más de cantinas, revisen en Youtube y FB "Cantineros", es un proyecto que cuando me lo contaron, me encantó. Es un recorrido de las cantinas de México, conducido por el Cha (@EltalCha) y que muero por ver.
Una de las cosas que más me gusta de las cantinas, es la comida. No conozco una sola en la que haya comido mal, ustedes si? En "La Capital" comimos increíblemente. Todo lo que probé estaba bueno, hasta un pastel como de dos metros de pistache que bueno, así no más costó como 200 pesos.

Saliendo de "La Capital" nos dirigimos por fin al festival, ese día era mi favorito porque tocaba: Kinky, Calle 13, Molotov. En realidad es que me la viví afuera porque sí quería ver a las bandas, pues a eso iba, pero por otro lado, había dos que tres conocidos en el Hospitality y quería convivir un poco. Ese día me fui a dormir temprano, estar parada por mucho tiempo ya es mucho, sobre todo salir antes que todo mundo y evitar multitudes. Así que salimos sin bronca mientras seguía tocando Molotov y regresamos al hotel.
Al día siguiente todo estaba más tranquilo, me quedé sola un rato en el hotel hasta que decidí levantarme y prepararme para el segundo día. No había muchas bandas que quisiera ver en la tarde, así que me tomé mi tiempo. El día anterior había conocido a dos amigos de mi amigo, así que ya no me sentí tan aislada. Por otro lado un "Ex" rondaba por ahí, me daba mucha flojera verlo. La última vez que nos vimos no había sido muy agradable y una antes casi le aviento la plancha. Así que cuando me lo topé, fui muy educada, lo saludé y seguí mi camino. 



Debo confesar que el sábado, no se quedó para nada atrás. Estaba Garbage, Imagine Dragons, Café Tacvba, Babasónicos y un grupo sorpresa que terminó siendo Village People. Me tomé una foto con el piel roja, pero salí tan mal que me da oso subirla. Debo confesar que es la primera vez que veo en vivo a Café Tacvba y cambió un poco el punto de vista que tenía hacía ellos. ¿Para qué negarlo?, son una bandota y en vivo, mejor. Creo que es básico ver a Kinky, Babasonicos, Molotov y Calle 13 en vivo, tienen otra energía.
Lo que me gustó fue la gente. De entrada hay mucho regio guapo y guapa, pero también buena copa y los que yo vi, educados. No faltarán los Mirreyes y Lobukis que también abundan, pero nada tan grave como me habían platicado. Para empezar fue en el Parque Fundidora, un lugar increíble en donde sí te podías sentar y había 6 pantallas de lo que serían los dos únicos escenarios principales. Lo que estuvo perfecto es que se iban alternando las bandas entre un escenario y otro, y nunca te dejaban sin música por estar sacando a la banda anterior, y colocando a la nueva.
Después de mucha música y unas cubas "De a Litro" con mucho hielo, nos llevaron a los mejores tacos de Monterrey! (jajaja conozco 2), "Tacos el Primo". Comí los mejores tacos de cabrito y esos están en la calle de Martín Zavala 107, esquina con Arramberri. VAYAN!!! Cuando regrese, será lo primero que visite.

Ya de ahí nos fuimos a dormir, después de todo ya no somos chavos. Teníamos un vuelo muy temprano al día siguiente que ya no nos daba chance de nada.

Espero regresar pronto a Monterrey, tal vez el calor sea horrible, pero es una ciudad muy linda, con mucho por hacer y por ver. Gracias a todos los involucrados que me hicieron pasar un gran fin de semana. Muchos más así!

¡Gracias!

Dian.






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