domingo, 17 de mayo de 2015

Estadio Azteca y los Americanistas.



La primera vez que fui al Estadio Azteca, fue en el 2008. Era un América-Pumas y me senté en un palco que se hacía llamar Palco Azteca. Un muy buen amigo mío me invitó y llevé a J. 
Una de las cosas que más me impresionó fue cuando el Águila tomaba el balón y daba una pequeña vuelta por el centro del estadio. Por alguna extraña razón, es lo que más recuerdo de ese día. A unas sillas a mi derecha vi a Manuel Negrete, orgullosamente Puma y el cual firmó nuestros boletos.



La segunda vez que fui, fue a una despedida de la selección, la cual partiría hacía el mundial del 2010. Fue uno de los momentos más emotivos ya que terminando el partido, la selección dio una vuelta al estadio mientras un mariachi entraba y cantaba Cielito Lindo. No había más, o tenías un nudo en la garganta o lágrimas corrían por tus mejillas. 
Siendo Puma, no tengo muchas oportunidades de ir al Azteca. Aunque jueguen los Pumas ahí, nunca encontraba con quien ir.
Cuando empecé a ir regularmente a CU, conocí a una bolita que iba a todos los partidos, incluso si eran fuera de México. Así que me motive a salir de Ciudad Universitaria y sí llegué a ir a algunos partidos.

Ésta vez regresé porque me invitaron de nuevo. Era un América-Pachuca y solo 1 de los 4 que íbamos, es Americanista. Tenían que ganar éste partido, porque si no los sacarían de la Liguilla y eso siempre promete un buen espectáculo.

Cuando mi amigo me invitó, me dijo "Tengo un boleto extra. Yo soy Puma, pero vamos por el desmadre" y yo estaba a punto de cancelar. Por un lado quería ir, pero por otro estaba agotada. Había salido un día antes y no dormí lo suficiente.
Pasaron por mi, Tlalpan está a dos cuadras de mi casa y el tráfico estaba insoportable. Estábamos consientes de que nos perderíamos el primer tiempo pero aún así, estábamos esperanzados por llegar al Coloso de Santa Ursula y ver el segundo tiempo.

Por fin llegamos, lo mejor del palco era que el Fogoncito tenía un puesto justo afuera, así que mi amiga y yo, decidimos perdernos los últimos minutos del primer tiempo y salir a comer algo, ya que en el medio tiempo, saldrían todos los demás y eso sería un relajo.
Al llegar a la caja, le pregunté a uno de los taqueros qué era lo que estaba preparando? Era una bomba de carne y queso que se derretía sobre el contorno de la tortilla y se deslizaba lentamente hacía la parrilla. Fue hermoso...Pero alguien vino a interrumpirme (Un mirrey, por supuesto) alegando que el taquero era un irresponsable y que él estaba formado desde hace horas y que dejó que otro sujeto se metiera a la cola para servirle. El taquero ignoró las alegaciones del mirrey mientras éste le seguía discutiendo. Eso me desanimó enormemente. 
El famoso "Odiame más" no es porque el América sea uno de los equipos con más dinero y nos de envidia. Tampoco es que sean los mejores jugadores del mundo, tampoco es que tengan el chance de jugar en el Azteca. Es la prepotencia, la vanidad y la poca educación de algunos de los aficionados los que los hace malos competidores. Así que cuando pierden, se vuelve una forma fácil y divertida de burlarse. Pero no es por envidia, es es un hecho.
Al empezar el medio tiempo, salieron todos los fresas de sus palcos. Tenían pláticas tipo "Vas a Valle la próxima semana?", "La fiesta de Pepe Villagómez, estuvo irreal". Era inevitable no burlarse.
Entramos al palco, para así evitar la multitud que se juntaba en el Fogoncito, que sí debo decir... Muy rico pero EL PEOR servicio, les pedías servilletas, salsa, limones y nadie te atendía, ni te volteaban a ver la cara. Además de la cajera que regañaba al taquero y el taquero que hablaba mal del cliente que le estaba gritando en frente de nosotras. Ya se me estaban quitando las ganas de comer.

Lo malo de los palcos es que no hay divisiones entre ellos, así que nos aguantamos a los chavitos de 15 años que los tíos o los papás los habían llevado por primera o segunda vez a tomar su primera cerveza, gritando cosas para hacerse notar y a los chavitos de 12 que aventaban agua y vasos a los aficionados que tenían abajo. Todo por celebrar un gol. Me queda claro que la educación no se compra en ninguna escuela.

Estaba empezando el segundo tiempo y a pesar de que soy Puma, sí tenía ganas de ver el partido. La afición Americanista es una de las mejores que tenemos en el país y es que de eso se trata ser Americanista: tradición y pasión. La porra oficial no dejaba de cantar. Tenían banderas muy parecidas al Boca Juniors (cosa que no entendí), pero no dejaban de entonar y apoyar a su equipo. 

No era la primera vez que veía al "Hermoso" Peralta jugar, lo vi el año pasado ante Nueva Zelanda por el repechaje al Mundial, pero no era lo mismo. Sentía que tenía que verlo en su equipo local. No vi un gol suyo, tampoco LA JUGADA del partido. Pero sí uno que otro intento. El Pachuca le pisaba los talones y cuando pensamos que nos iríamos a tiempo extra, el pachuca anotó, el america anotó y al parecer regalaron un penal el cual le dio la ventaja al Pachuca. 
Debo decir que el fútbol mexicano, me ha hecho perder el interés... Y todo porque no buscan hacer historia con una jugada, no buscan pelear el balón. Casi siempre buscan la falta. Vi a un chavito de Pachuca que se tiró, se retorció, parecía que estaba llorando, gritaba, hasta que el árbitro le dio la falta, entonces se paró y siguió corriendo. WTF?! QUÉ BASURA! y que mediocre manera de jugar fútbol. Sin embargo hay jugadas (pocas) con las que se salva el partido. Como ese último gol que metió el América al parecer del jugador 10, estuvo irrealmente bueno.

Terminado el partido, nos esperamos media hora en lo que se despejaba. Las porras eran las últimas en salir y nosotros después de ellos. Nos cerraron la salida argumentando que era por nuestro bien. O sea, ¿Los de la porra del América nos harían algo? ¿Pues no se supone que "Estamos en el mismo bando?" Cuando se fueron había todo un arsenal de policías manteniendo el orden en varios puntos del estadio y cuando digo que eran un montón es porque...




Y esos eran sólo la mitad. Por un lado me sentí segura y por otro intimidada. En CU no hay tantos. 
Lo que sí me gusta es ver a al policía montada. Se me hacen muy cool, con sus botas y cascos especiales.

Por fin salimos, el tráfico de Tlalpan sur hacía el norte era imposible, no había manera de que hiciéramos menos de 2 hrs hacía mi casa, así que tomamos otra ruta y dejamos a dos amigos antes. Creo que lo mejor es tomar metro, te evitas tráfico, estacionamiento y salidas.

Al final no importa a que partido vayas o de qué deporte. Un espectáculo en vivo siempre es garantía. Así me pasó cuando fui al baseball, les dejo mi reseña por si gustan --> Baseball y supongo que así sería el Fútbol americano y el Basketball. Tal vez algún día vaya a uno.

Gracias por leer y VAMOS PUMAS!

D.


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