domingo, 13 de marzo de 2016

Tormentas

Es muy difícil superar una situación incómoda, desagradable y embarazosa como mujer. Un hombre se dice "chin, la cagué" y sigue adelante. Una mujer carga con eso por mucho tiempo. Tal vez porque todos los días somos juzgadas, porque todos los días queremos ser una mejor versión de nosotros y porque después de tanto esfuerzo, odiamos que las cosas no salgan tal cual las planeamos. 
A mí me pasó, a todos nos ha pasado. Yo vivo todos los días rodeada de envidias, malas caras, malos tratos, críticas y gente esperando a que me equivoque para entonces así, tener la razón de algo y tratar de hundirme. Si, es terrible.
Hay pocas cosas en la vida que me satisfacen, que me hacen sentir bien. 
Normalmente cuando me siento triste, veo Sex & The City: Amo la ropa, el lazo de las amigas que siempre están ahí, lo romántico en algunos capítulos y las partes cómicas de los fails cuando sales con cierto tipo de hombres.
Comprar y cortarte el pelo son cosas que también te hacen sentir mejor. Te hacen creer que eres una persona nueva, aunque técnicamente no lo seas, crees que puedes empezar de nuevo.
Las amigas son un punto importante cuando estás triste: Las buenas amigas te entienden, las buenas amigas te defienden, te dicen que todo estará bien, te dicen en lo que estás exagerando y nunca te aconsejan que mandes todo a la chingada, siempre buscan que tomes las cosas con sabiduría y reflexiones, después de todo, te quieren ayudar no hacerte sentir una estupida por tomar las desiciones "incorrectas".
Nunca me he considerado una persona cursi, ni romántica... Supongo que sueño despierta y pienso en todas las cosas buenas que tiene la vida y que muero por tener. Feliz las celebro y envidio secretamente. También sé que no soy una persona fácil, tengo una barrera enorme que con paciencia y cariño se derrumba fácil. Así mismo he sido víctima de mi propia tormenta mental. 
Hace unos días vi el documental de Amy y me quedé pensando ¿De qué me estoy quejando? Ella tenía las mismas tormentas que yo, la única diferencia es que cada quien la dejó salir de diferente manera y claro, es más fácil compadecerte de Amy que de una simple mortal como yo, la única diferencia es que la gente cree que si lo haces tú, es chantaje. De Amy nunca dudarían, es más, si hubieran podido, hubieran ido a abrazarla.
Los hombres nunca van a entender todo lo que sufrimos, por todo lo que pasamos todos los días y esas "pequeñas tormentas" son en realidad grandes tormentas. Esa fue la razón principal cuando empecé con el blog, tenía tantas cosas atoradas en la cabeza que no podía pensar con claridad. Aún así, nunca lastimé a nadie, siempre he dedicado el tiempo y palabras a decir lo que pienso y nunca dejar los sentimientos encerrados mucho menos incompletos. Siempre he creído que es mejor decirlo, porque es más justo a nunca decir nada, es necesario que todas las personas tengamos toda la información para poder actuar. 
Yo no sé qué tan fácil es decir lo que uno piensa y siente en estos días sin sentirte mal después. Ahora cuando dices algo, a fuerza tiene que haber una mala intensión escondida, un abuso, un chantaje... Es increíble cómo hay gente que usa el "Si me dejas, me mato", creo que es la frase más estupida y cruel que puede haber en el mundo. Jamás la usaría, jamás me pondría en alguna situación en donde buscar el perdón de alguien o su interés con una mentira y un chantaje de ese nivel, tan bajo.
Todos los días recibo chantajes, por lo menos uno a la semana, nunca caigo en ellos, pero hay situaciones en donde escuchas el chantaje, y lo dejas pasar. A veces lo único que necesita el chantajista es sentir que ganó con su chantaje, aunque no haya sido así.
Creo que soy una buena persona, en realidad si lo creo: Jamás me meto en lo que no me importa y no busco lastimar ni mentirle a nadie, porque si lo hago, la culpa no me dejará seguir hasta que la diga. Al igual que creo que aún hay gente buena en el mundo.

Pequeña reflexión de una mente en tormenta.

Gracias, Dian