domingo, 18 de septiembre de 2016

1985




Yo tenía dos años, mi hermana tendría 7. Parecía un temblor “normal”, así que mi papá como todas las mañanas, nos llevó a la escuela. Cuando mi mamá llegó a la oficina, se dio cuenta del caos que vivía la ciudad y decidió pasar por nosotras y regresar a la casa. ‘Nunca me había dado tanto miedo un temblor desde ese entonces’, me dijo hoy en la tarde, un día antes del simulacro nacional que se hace para recordar esa gran tragedia. 



Mi papá estaba de vacaciones afortunadamente y salió a las calles a tomar fotos. Era su segundo temblor fuerte…Aunque dice recordar vagamente el temblor de 1957.

Todos los años en la oficina, nos piden que seamos voluntarios para el simulacro y creo que es una gran idea, porque nos recuerda lo que pasaron otras personas y hacemos conciencia (o por lo menos lo intentamos)  a que no todo lo demos por sentado. El hecho de que ya haya habido un gran terremoto, no quiere decir que no pueda ocurrir otro. 
A mi me tocó el año pasado ser voluntaria y puedo decir con toda seguridad, que no estoy hecha para reaccionar rápido ante una urgencia.




Con los terremotos que vimos en Ecuador e Italia recientemente, sabemos que nadie esta excento a nada y es importante que aunque no lo recordemos o no lo hayamos vivido ese día, lo veamos como una tragedia a la que le debemos tener respeto. 
Así que si escuchan el simulacro, SALGAN. Estamos entrenándonos de alguna manera por si sucede de nuevo y los voluntarios lo hacen con mucho respeto y compromiso. No tenemos por qué decir ‘Qué flojera!’, ‘Ay, es el simulacro. Salgo cuando realmente este temblando’ porque de eso no se trata.



Siento que hay gente que “sufre” más la tragedia de las Torres Gemelas que el simulacro y no me gustaría pensar mal, pero creo que cuando las cosas pasan en México, lo olvidamos mucho más rápido.

Tal vez se sienta más empatía por NY porque “Nos tocó” verlo en vivo. Pero aún así no me puedo imaginar todas las familias que perdieron su casa y perdieron familiares aquí. Todos tenemos una historia, nada más que no la sabemos. Les recomiendo que le pregunten a sus papás, a sus abuelos, ¿Dónde estaban cuando el terremoto del ’85?.
Si queremos ser más nacionalistas y mejores mexicanos, empecemos por respetarnos y crear conciencia a nuestro alrededor, eventualmente nos iremos expandiendo. 
Empecemos por respetar a los ancianos, respetar nuestras costumbres, nuestros momentos, porque aunque el terremoto no lo hayamos vivido y el 2 de octubre no se olvida, tenemos que mantenerlo vivo, para que el día de mañana seamos más sensibles hacia nuestra patria y estemos listos para cuando nos necesite. 




Me llena de tristeza cuando la gente se burla del 2 de octubre, o todos los memes de los 43. ¿Es en serio? ¿No podemos mejor quedamos callados y dejar que los demás protesten como se les venga en gana?. Si bien Napoleón decía “Separa y vencerás”, el mexicano es experto en separarse entre sí y al final, terminamos unos contra otros tratando de defender una idea que no nos permite avanzar como sociedad y es ese nuestro punto más débil. 


Formemos parte del simulacro, debemos estar agradecidos que estamos vivos por un año más.

Gracias a mi papá por las fotos, todas las tomó él.

Dian

martes, 13 de septiembre de 2016

MÉXICO




Las fiestas patrias están a la vuelta de nada y no puedo dejar de sentirme más orgullosa que antes de ser mexicana.


Sé que vivimos unos de los momentos más complicados en la historia, pero es importante decir que a pesar de tantas cosas, nos hemos mantenido de pie. Y es que ver a mexicanos que se parten el lomo todos los días por hacer que este país avance, es de admirarse.


No puedo hablar por mí, pero me gustaría aplaudir a todo aquel mexicano que siente que va contra corriente y aun así no ha perdido el positivísimo y las ganas de seguir adelante.


Últimamente, en lo que va del año me he dedicado a invertir en producto mexicano: Cobijas, vestidos, sarapes, café y realmente los disfruto. Soy la más feliz sembrando semillas pensando que no hay mejor lugar para cultivar que México y ya tengo un Chile serrano que mide 40cm y que se llama Juan Gabriel porque empezó a florear el día que el divo murió.



La comida, ¡por dios! La comida… No sé qué sería de mi sin, Sopes, Tacos, Pozoles, Esquites, Mezcal, Chilaquiles, Panuchos, Mole, con una cerveza muy fría en michelada. Unos churros con Chocolate y unos buñuelos que se derriten en la boca.


Me gusta pensar que hace mucho hubo héroes que pelearon por nuestra libertad y nuestros derechos. Me gusta pensar que en algún momento sí había coraje, valor, dignidad. Que el mexicano es, por naturaleza un guerrero que estaba orgulloso del color de su piel. 


Regresando de Tulum, seguía impresionada de la Zona Arqueológica. Que vengan de todo el mundo a tirar mandíbula y no dar crédito de lo que están viendo, es de inflarse el pecho. Nadie como los Mayas en Arquitectura y Astronomía. Todos esos ceros que le quitaron a mi moneda, lo inventaron los Mayas, eh! Y también quiero que me regresen ese penacho!


Es difícil festejar el día de la Independencia sin parecer tonto. Con los problemas que tenemos ahora, ir al Zócalo o a cualquier delegación es considerado una traición a la patria. Yo no soy traidora a la patria y cuando grito “Viva México” no lo hago por ser parte del montón o de querer estar en la fiesta. Es porque realmente lo siento, porque México se merece que aún recordemos a todos aquellos personajes que pelearon por lo que ahora tenemos y que somos nosotros mismos los que hemos provocado una hostilidad social.


Es importante regresar a esos valores de orgullo y compromiso que nuestro país necesita, ahora más que nunca. No solamente cuando juega la selección.


Y hablando de la selección, no está de más decir que si queremos mejores cosas, tenemos que apoyar. Tenemos mucho talento cultural, deportivo e intelectual, que necesitan de nosotros. Recuerdan esa frase de Ratatouille donde dice “No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista sí puede provenir de cualquier lugar”. Y el mexicano, necesita de un hermano mexicano que lo apoye.



Que estos días nos recuerden lo realmente fundamental que es estar unidos, que en lugar de burlarse, criticar, humillar realmente ayudemos. El mexicano que nos necesita, puede estar más cerca de lo que creemos, pero puede ser que no lo sepamos por su miedo a que nos burlemos. Sean más sensibles, México lo necesita y se lo merece. Nos ha dado tanto como para darle la espalda. 



Sean mexicanos todos y cada uno de los días del año. No se arrepentirán.



¡VIVA MÉXICO!